¿Sabes que el vestuario o uniforme laboral adecuado contribuye a construir la imagen de una marca o negocio? 

Descubre, a continuación, qué beneficios obtiene una empresa al elegir el vestuario de trabajo que mejor se adapte a sus características y necesidades.

Cada empresa o negocio tiene una manera de proceder y unos valores implícitos, que se deben transmitir a sus potenciales clientes mediante diversas acciones de comunicación y de marketing.

Pero, a parte del “discurso” que la organización expone y difunde, existen elementos tangibles que ayudan a construir la imagen de marca.

Uno de los elementos más importantes es el uniforme de trabajo que visten sus empleados.

En primer lugar, los uniformes laborales consiguen que los potenciales clientes reconozcan e identifiquen a los trabajadores de la empresa.

Éste es un factor fundamental sobre todo para aquellas empresas en las que los empleados tienen contacto directo con los clientes, como los negocios de hostelería o los comercios, entre otros.

A parte de identificar al trabajador, el vestuario laboral proporciona al cliente información valiosa sobre el negocio.

Con un solo vistazo a los uniformes de hostelería, el cliente puede saber si el restaurante sirve comida rápida o platos más elaborados, por poner un ejemplo.

Y, siguiendo con esta idea, debemos recalcar que el diseño del uniforme laboral debe ser coherente con el diseño del interior del local, con el packaging y con la imagen que la empresa muestra en su cartelería, en su página web y en sus campañas de comunicación.

La calidad de este tipo de vestuario, la información que transmiten sus colores y su diseño hablan en nombre de la marca a los clientes presentes y futuros.

En este sentido, el uniforme laboral adecuado potencia el marketing de una empresa al “sacar brillo” a su identidad y se convierte en el reflejo visual de la organización.

Los uniformes personalizados, que llevan el logo de la empresa bordado o impreso, son un canal de publicidad para ésta.

Cuando un empleado sale de trabajar y se dirige a su lugar de residencia o a comprar con el uniforme puesto, la marca del uniforme “impacta” en el subconsciente de las personas con las que se ha cruzado.

Con el paso del tiempo, los residentes locales empiezan a identificar el uniforme y a asociarlo con la empresa o negocio. La vestimenta puede atraer a nuevos clientes o recordar a los ya existente la necesidad de consumir productos o servicios de la empresa.

Además, el vestuario de trabajo siempre genera confianza en los clientes, los cuales ven en el trabajador uniformado a una persona que es “experta en su sector”.

En este sentido, las empresas que optan por uniformar adecuadamente a sus trabajadores transmiten credibilidad y confianza.

Cambiando de tercio, debemos destacar que los uniformes de trabajo también producen beneficios para los propios trabajadores que los visten.

En primer lugar, el hecho de tener un “vestuario fijo” hace que los empleados no tengan quebraderos de cabeza a la hora de decidir qué prendas de ropa usar en sus puestos de trabajo y de determinar si éstas son las adecuadas.

La empresa es, normalmente, la encargada de subministrar el vestuario laboral a sus trabajadores, por lo cual éstos se ahorran el gasto que ello supone.

En este punto, es recomendable que las empresas subministren más de un uniforme a los empleados, para que éste pueda ser reemplazado en caso de mancharse y pueda lavarse con regularidad.

Un uniforme de trabajo bien diseñado fomenta que los trabajadores se sientan identificados con la empresa a la cual representan y se sientan parte importante de ésta.

Al vestir el uniforme se tiene más consciencia de grupo y de pertenencia a la empresa. El trabajador se siente más vinculado a la empresa y por consecuencia su productividad aumenta.

El vestuario laboral adecuado agrega la protección y seguridad en sectores de trabajo que así lo requieren, como la industria.

Los uniformes industriales y los equipos de protección individuales (EPIS) proporcionan protección física, a través de materiales resistentes a los golpes, al fuego y a los elementos químicos, entre otros factores de riesgo.

Las empresas que hacen un uso adecuado de estos EPIS agregan una nueva capa de protección, logrando que los empleados sean fácilmente identificados y que una persona que no vista la uniformidad resalte como un “intruso” en el área laboral, para así evitar posibles accidentes.

En resumen, las empresas que eligen el uniforme laboral adecuado a las características de su negocio apuestan fuerte por su imagen de marca y por lo que ésta transmite a sus potenciales clientes y ofrece a sus empleados.